En la meseta central se establecieron los Aztecas, formando enormes ciudades como Teotihuacán, donde surgió la saludable tradición del temazcal, el idioma Náhuatl, las míticas pirámides del Sol y la Luna, las enormes representaciones del dios Quetzalcóatl y el mundialmente famoso Calendario Azteca.
En la Península de Yucatán se mantienen reminiscencias vivas de la cultura Maya, ya que su lengua aún sigue vigente, los trajes típicos son visibles por doquier, y la ahora llamada Nueva Maravilla del Mundo, la pirámide de Kukulkán en Chichén Itzá, se erige orgullosa sobre la densa y cálida selva tropical.